Se trata de una de las posiciones jurídicas o una de las partes del contrato.
En el lado activo de la obligación o del contrato nos encontramos con un sujeto: el acreedor, que se encuentra vinculado jurídicamente con un deudor, en cuyo sentido siempre va el poder.
La situación o el contenido de la posición del acreedor se definen básicamente por ser titular de un derecho de crédito.
Estructuralmente toda obligación implica que el acreedor va a tener un poder ejecutor sobre los bienes del deudor.