Las tarjetas revolving han tenido mucha popularidad en los últimos años. Se trata de una tarjeta de crédito que permite realizar compras sin disponer de efectivo en la cuenta. Se empezaron a utilizar debido a la comodidad que ofrecían. Y es que, permiten aplazar los pagos de dichas compras y devolverlo en cómodos plazos.
Sin embargo, estas tarjetas se asocian a una gran cantidad de problemas e inconvenientes debido a que la mayoría de contratos incluyen cláusulas muy abusivas. Y, de este modo, muchas personas han acabado endeudándose al usarlas.
De la mano de Sello Legal Abogados, que cuenta con un equipo de abogados especializados en reclamar tarjetas revolving, analizamos cuáles son las características de estas tarjetas. Destacamos, además, por qué sus contratos se consideran nulos y abusivos. ¡Empezamos!
¿Qué es una tarjeta revolving?
La tarjeta revolving es un tipo de tarjeta de crédito que permite financiar la adquisición de un bien. Por tanto, es ideal para realizar tanto la compra del día a día como la inversión en bienes de mayor valor. Como, por ejemplo, un coche.
Como expone el equipo de Sello Legal Abogados, la peculiaridad de esta tarjeta es que se pueden realizar compras con ella, independientemente de que se tenga o no dinero en la cuenta asociada. Los pagos no se cargarán inmediatamente, sino que se aplazan automáticamente en cómodos plazos con intereses. Además, la tarjeta revolving también permite sacar efectivo en cajeros automáticos.
Una de las características de esta tarjeta que más llama la atención de los clientes es la facilidad que existe para obtenerla. Acceder a ella es más sencillo que, por ejemplo, conseguir un préstamo. No obstante, cuando la devolución del crédito es a través de un aplazamiento de los pagos, los intereses resultan mucho más altos.
¿Cómo se obtiene una tarjeta revolving?
Una tarjeta revolving se obtiene a través de un contrato. En él, se establece la cantidad de la que se dispone y las cuotas a pagar para su devolución. La cuota total incluye, por tanto, la suma del capital que se amortiza, los intereses, las comisiones y los gastos derivados de la operación.
Cabe destacar que, en el contrato, el titular de la tarjeta revolving decide qué importe pagar y cómo pagarlo. Existen dos opciones: mediante el pago total o aplazando los pagos.
Inconvenientes de las tarjetas revolving: Contratos abusivos
Es fundamental tener en cuenta las condiciones de amortización de la deuda y el plazo para devolverlo, ya que puede causarnos problemas. Es decir, si el pago es aplazado, los intereses serán, por lo general, más altos.
Esto conllevará que, en algunas ocasiones, el cliente se endeude por no poder devolver la totalidad del importe. Por lo tanto, las tarjetas revolving se han considerado abusivas. Precisamente, es por los elevados intereses que conlleva el aplazamiento de los pagos.
Pero, ¿cuándo nos encontramos con un interés abusivo? Hablamos, precisamente, de cuando los tipos de interés están por encima de los estipulados por el Banco de España. De esta manera, nos hallamos ante intereses que son excesivos y que se establecen de forma desproporcionada. Ante esta situación, el titular del contrato acabará pagando más de lo que debería en concepto de intereses.
¿Cómo identificar este tipo de tarjetas?
En primer lugar, algo que nos puede llamar la atención e incitar a querer tener una tarjeta revolving son las campañas promocionales. Destacan aquellas que logran captar la atención del usuario, ya que tienen su base en sentimientos y deseos que el cliente puede tener.
Por otro lado, las cuotas son bajas y fáciles de asumir por el consumidor. Sin embargo, los plazos de amortización que esta tarjeta nos proporciona son un problema porque, aunque se hagan pagos mensuales, la deuda sigue aumentando.
Por eso, cuando miremos nuestro recibo mensual y veamos intereses superiores a los fijados por el Banco de España, estaremos hablando de una tarjeta revolving. Otra forma de identificar esta tarjeta es mirar el apartado de las condiciones del contrato en el que aparecerá la T.A.E. (la tasa anual equivalente).
¿Cuándo se consideran contratos nulos?
En algunas ocasiones, las entidades omiten información acerca de las tarjetas revolving a la hora de comercializarlas. Esto lo hacen para que los clientes accedan a su contratación.
Sin embargo, si el consumidor no ha sido informado acerca de la carga económica que el contrato supone, podrá denunciar a la entidad y conseguir un contrato nulo. Además, si el afectado gana el caso, podrá recuperar las cantidades pagadas de más, eliminar la deuda y anular el contrato.
En definitiva, una tarjeta revolving puede presentar ventajas para su uso, pero es esencial prestar atención a las cláusulas y condiciones. De este modo, evitaremos encontrarnos con una sorpresa en los intereses.
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