Una tarjeta revolving es una tarjeta de crédito que permite que los usuarios hagan sus compras aunque no dispongan de fondos suficientes. Esto se debe a que hacen uso del capital del banco. Es decir, cada vez que utilizan esta tarjeta contraen una deuda con la entidad bancaria y, por tanto, se les aplican unos determinados intereses.
En los últimos años, muchos usuarios han tenido que reclamar tarjetas revolving, ya que sus intereses eran demasiado elevados. Y, en muchos casos, podían llegar al 27% TAE. Por este motivo, se han calificado como abusivas.
Ante esta situación, el Tribunal Supremo decidió regular la situación en marzo de 2020 para reducir los intereses de los créditos de las tarjetas revolving. Actualmente, el Banco de España ha fijado el coste medio de estas tarjetas en un 18,6% TAE.
Sin embargo, son muchas las personas que siguen haciendo frente a los créditos de las tarjetas revolving. Por ello, recibir un asesoramiento legal como ofrecen en Reclama por Mí es fundamental para conseguir cancelar la deuda y dejar de pagar de más.
Pero, antes que nada, es esencial saber cómo funcionan las tarjetas revolving y entender por qué se consideran abusivas. ¡Lo comentamos!
Cómo funcionan las tarjetas revolving
Este tipo de tarjetas permiten realizar compras sin importar el nivel de liquidez del usuario. Para ello, se utiliza el crédito de la entidad bancaria y se aplican unos intereses por su uso. Sin embargo, se pueden encontrar dos métodos de pago a la hora de hacer la devolución del saldo utilizado:
- Pagar un porcentaje: El cliente escoge el porcentaje de deuda que quiere devolver cada mes. Y este porcentaje tiene un mínimo y un máximo, que varía en función de la tarjeta contratada y los intereses que fije la entidad bancaria. En los últimos años, se situaba entre el 5% y el 25%.
- Pagar una cantidad fija: La segunda opción para devolver el crédito es establecer una cuota fija mensual hasta que se finalice su deuda. El importe, al igual que con el porcentaje, tiene unas variaciones en función del banco y el tipo de tarjeta.
¿Cuál es el peligro de usar estas tarjetas?
Como hemos comentado, sus intereses se caracterizan por ser bastante altos, pero también conllevan otros riesgos y peligros. Son los siguientes:
- Forma de pago: Las tarjetas revolving aplazan los pagos en muchas cuotas mensuales. Es decir, la devolución del saldo se realiza en pequeñas cuotas durante un largo periodo de tiempo. Y, de este modo, los intereses que se producen son más altos. Como consecuencia, se genera una deuda que se alargará durante varios años.
- Intereses: La media de los créditos se encuentra en el 6% TAE. Sin embargo, en el caso de las tarjetas revolving, la cantidad media se encuentra en el 18%, por lo que se triplica su coste.
- Escasa transparencia: El desconocimiento por parte de los usuarios ha provocado que muchas personas no supieran cuáles eran las condiciones y los métodos de pago de estas tarjetas.
Cómo reclamar las tarjetas revolving
En primer lugar, es importante destacar que no todas las tarjetas revolving tienen intereses excesivos y usureros. Una tarjeta revolving con unos intereses que se ajustan a los establecidos por la Sentencia del Tribunal Supremo no se puede reclamar, ya que no está incumpliendo los tipos de interés.
Pero, cuando estas tarjetas sobrepasan el 19% TAE, es momento de hacer la reclamación para dejar de pagar una elevada cantidad de dinero. En este caso, la manera más sencilla y rápida es recurrir por la vía judicial.
Por tanto, es importante contar con un asesor o un experto que te guíe en este proceso. Para iniciar el trámite, deberás solicitar los recibos de la tarjeta y comprobar cuáles han sido los importes y el tipo de interés.
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